Senadores socialistas piden nueva prórroga para entrada en vigencia de la boleta electrónica
Los parlamentarios de oposición argumentan que la situación económica sigue siendo compleja para la pequeña y mediana empresa y, en particular, para el comercio detallista.
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Pese a que en el marco de la aprobación del proyecto de reactivación económica, en agosto pasado, se acordó postergar para el 1 de enero de 2021 la entrada en vigencia de la boleta electrónica, la bancada de senadores del Partido Socialista (PS), solicitó hoy al gobierno un nuevo aplazamiento para su puesta en marcha.
"En atención a la compleja situación económica derivada de la prolongada extensión de las cuarentenas parciales y totales que imponen restricciones para el comercio local, especialmente el detallista, la bancada de senadores socialistas pide al gobierno a implementar una nueva prórroga para la entrada en vigencia del sistema de boleta electrónica", señala una declaración de la instancia.
El uso de la boleta electrónica, que originalmente partiría en septiembre pasado, fue postergado para enero de 2021, en el marco de la implementación de un conjunto de medidas tributarias para impulsar la reactivación económica en el contexto de pandemia.
Comercio aún no se reactiva
"Sin embargo, a pesar de la prórroga original, siguen siendo miles las micro pequeñas y medianas empresas que continúan en una situación crítica, muchas de ellas todavía cerradas o con dificultades para retomar sus actividades luego de meses de paralización", sostiene el texto de una carilla.
El documento argumenta que la crisis económica y sanitaria se mantiene y, a menos de 60 días de fin de año, el comercio aún no se ha reactivado: "Al día de hoy, 30 comunas permanecen en cuarentena total, entre ellas las capitales regionales desde Temuco al sur, y en otras 55 comunas se han establecido cuarentenas de fin de semana. En las restantes, a pesar de estar en etapa de preparación o reapertura inicial, el panorama para el pequeño y mediano comercio tampoco es auspicioso".
Sobre esa base, los senadores socialistas sostienen que "las autoridades económicas no pueden promover una sensación de falsa normalidad para un sector de la economía interna que no ha recibido ninguna ayuda sustancial de parte del Estado".